El término stakeholder o parte interesada se utiliza para referirse a cualquier individuo o grupo que puede ser afectado o influir en el desarrollo de un proyecto.
¿Quiénes son los stakeholders?
La lista de stakeholders puede ser amplia e incluir a personas tanto internas como externas al proyecto. Entre los stakeholders internos podemos encontrar:
Miembros del equipo del proyecto:
Gerentes de proyecto
Equipo técnico
Personal de soporte
Expertos en diferentes áreas
Patrocinadores del proyecto:
Aquellos que proporcionan los recursos financieros o dan luz verde al proyecto.
Pueden ser la alta dirección de la empresa, inversores o clientes.
Ejecutivos de la empresa:
Pueden tener un interés en el éxito del proyecto por su impacto en la organización.
Pueden ser la alta dirección, directores de departamento o gerentes.
En cuanto a los stakeholders externos, encontramos:
Clientes:
Los usuarios finales del producto o servicio que se desarrolla en el proyecto.
Sus necesidades y expectativas son fundamentales para el éxito del proyecto.
Proveedores:
Empresas que suministran bienes o servicios necesarios para el proyecto.
Es importante mantener una buena relación con ellos para asegurar un suministro confiable y de calidad.
Socios:
Organizaciones que colaboran en el proyecto.
La colaboración con ellos puede aportar recursos, conocimientos y experiencia valiosos.
Gobierno:
En algunos casos, las entidades gubernamentales pueden ser stakeholders si el proyecto tiene un impacto en el ámbito público.
Es importante cumplir con las regulaciones y normativas gubernamentales.
Comunidad:
Las personas que viven o trabajan en el área donde se desarrolla el proyecto pueden verse afectadas por el mismo.
Es importante considerar su impacto y tomar medidas para mitigarlo.
¿Por qué son importantes los stakeholders?
Los stakeholders son importantes porque pueden tener un impacto significativo en el éxito o fracaso de un proyecto. Sus expectativas, necesidades e intereses deben ser identificados y gestionados de manera adecuada para asegurar un desarrollo fluido y sin contratiempos.
Ejemplo:
Imaginemos un proyecto para construir una nueva carretera. Los stakeholders de este proyecto podrían incluir:
Gobierno: Que financia el proyecto y debe aprobar los planes y estudios.
Empresas constructoras: Que licitan para construir la carretera.
Residentes locales: Que podrían verse afectados por las obras y el tráfico.
Organizaciones medioambientales: Preocupadas por el impacto del proyecto en el medio ambiente.
Si las necesidades e intereses de todos estos stakeholders no se gestionan adecuadamente, el proyecto podría enfrentar retrasos, sobrecostos, conflictos y hasta su cancelación.
¿Cómo gestionar a los stakeholders?
La gestión de stakeholders es un proceso continuo que implica:
1. Identificar a todos los stakeholders:
Es crucial identificar a todos los stakeholders que pueden ser afectados por el proyecto, tanto internos como externos. Esto puede hacerse mediante una lluvia de ideas, entrevistas, análisis de documentación, etc.
Ejemplo:
En el caso del proyecto de la carretera, los stakeholders podrían identificarse mediante entrevistas a los residentes locales, reuniones con las empresas constructoras y consultas a las autoridades gubernamentales.
2. Analizar su interés y poder:
Es necesario comprender el nivel de interés y poder que cada stakeholder tiene en el proyecto. Esto ayudará a priorizar las acciones de comunicación y gestión.
Ejemplo:
En el proyecto de la carretera, el gobierno tendría un alto nivel de interés y poder, ya que es quien financia el proyecto. Los residentes locales también podrían tener un alto nivel de interés, ya que se verían directamente afectados por las obras.
3. Definir las expectativas:
Es importante establecer expectativas claras y realistas con los stakeholders. Esto ayudará a evitar malentendidos y conflictos.
Ejemplo:
En el proyecto de la carretera, se podría definir una expectativa de que las obras se completen en un plazo determinado y que se minimice el impacto ambiental.
4. Comunicarse de manera efectiva:
Es fundamental mantener una comunicación fluida y transparente con los stakeholders. Se deben utilizar los canales de comunicación adecuados para cada stakeholder.
Ejemplo:
En el proyecto de la carretera, se podría utilizar una página web para informar a los stakeholders sobre el progreso del proyecto, organizar reuniones públicas para responder a sus preguntas y crear un buzón de sugerencias para recibir sus comentarios.
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