Emprender es una de las aventuras más desafiantes y gratificantes que uno puede experimentar. Pero, ¿cómo asegurar que los primeros 90 días de tu emprendimiento sean fructíferos y te pongan en el camino correcto hacia el éxito? Los primeros tres meses de un nuevo negocio son cruciales para establecer una base sólida, definir la estrategia y tomar decisiones clave que influirán en el futuro del proyecto.

Este artículo te guiará a través de las acciones esenciales para abordar este período inicial con la mentalidad adecuada y las estrategias más efectivas.

 

Definir tu visión y misión

Antes de lanzarte a ejecutar cualquier idea, es fundamental tener una comprensión clara de lo que quieres lograr con tu negocio. Los primeros 90 días deben centrarse en establecer la visión y misión de la empresa.

  • Visión: ¿Qué problema estás resolviendo? ¿Cómo se verá el futuro de tu industria con tu contribución? La visión es la razón fundamental de tu emprendimiento. Te motiva y guía a medida que avanzas.
  • Misión: ¿Qué acciones tomarás para cumplir tu visión? La misión es el camino práctico y directo que te llevará a conseguir tus objetivos a largo plazo.

Durante este tiempo, es esencial reflexionar sobre lo que te inspira y por qué tu negocio tiene el potencial de ser único. Mantenerse fiel a la misión y la visión en momentos de incertidumbre te ayudará a mantener el enfoque.

 

Establecer una estructura sólida

Los primeros días de un emprendimiento pueden sentirse desorganizados, y eso es completamente normal. Sin embargo, para asegurarte de que tu negocio crezca de manera eficiente, debes empezar a construir una estructura sólida que abarque desde los aspectos operativos hasta los organizativos. Esto incluye:

  • Definir roles y responsabilidades: Si estás comenzando solo, es crucial que tengas claridad sobre tus responsabilidades diarias. A medida que crezcas, es importante saber cómo se distribuirán las tareas entre los miembros del equipo.
  • Establecer procesos operativos: Piensa en los procesos que vas a necesitar para operar de manera eficiente, desde la adquisición de clientes hasta la gestión de inventarios o la producción.
  • Organización financiera: Una de las mayores causas de fracaso en las startups es la mala gestión financiera. En tus primeros 90 días, debes crear una estructura financiera básica, que incluya el flujo de caja, control de ingresos y gastos, y los informes financieros más esenciales.

Tener una estructura bien definida te ayudará a reducir el estrés, tomar decisiones más inteligentes y escalar tu negocio de manera más efectiva.

 

Construir un equipo comprometido

Aunque muchos emprendedores comienzan de manera individual, es probable que en algún momento necesiten apoyo. Durante los primeros 90 días, es recomendable comenzar a pensar en la expansión del equipo. Si tu negocio lo requiere, busca personas que compartan tu visión y que complementen tus habilidades. Esto incluye:

  • Contratar a las personas adecuadas: En esta fase temprana, cada miembro del equipo tiene un impacto enorme en el éxito del negocio. Asegúrate de contratar personas comprometidas, apasionadas y con habilidades complementarias.
  • Cultura organizacional: La cultura de la empresa se establece desde el principio. Establecer una cultura positiva, abierta y colaborativa puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Un equipo sólido no solo ayudará a aliviar tu carga de trabajo, sino que también aportará nuevas ideas, frescura y diferentes perspectivas que te permitirán evolucionar más rápido.

 

Adquirir los primeros clientes

Durante los primeros 90 días, uno de los mayores desafíos es conseguir los primeros clientes. Estos son cruciales no solo porque te permitirán generar ingresos, sino también porque validarán tu producto o servicio. Algunas estrategias que puedes implementar son:

  • Estrategia de marketing de bajo costo: Al principio, los recursos pueden ser limitados, por lo que las estrategias de marketing orgánico, como las redes sociales, el marketing de contenido y el boca a boca, pueden ser muy efectivas.
  • Prueba de producto o servicio: Ofrecer un producto mínimo viable (MVP) es una excelente manera de obtener retroalimentación temprana y construir una base de clientes leales. Asegúrate de que los primeros clientes se sientan escuchados y valorados.
  • Networking: Conectar con otros emprendedores, asistir a eventos de la industria y establecer relaciones comerciales puede acelerar la adquisición de clientes.

Recuerda que la primera etapa no se trata solo de vender, sino de aprender lo que funciona y lo que no, afinando tu enfoque de manera continua.

 

Gestionar las expectativas y mantener la motivación

El primer trimestre de un emprendimiento puede estar lleno de altibajos. Desde el entusiasmo inicial hasta las frustraciones que surgen cuando las cosas no salen según lo planeado. Para sobrellevar esta montaña rusa emocional, es vital gestionar tus expectativas:

  • Establecer metas alcanzables: Las metas a corto plazo deben ser claras y realistas. Puedes dividir grandes objetivos en tareas más pequeñas y manejables para no sentirte abrumado.
  • Celebrar logros pequeños: Incluso los pequeños avances, como conseguir tu primer cliente o completar una etapa importante de desarrollo del producto, deben ser celebrados. Esto te mantendrá motivado y enfocado.
  • Resiliencia: Enfrentarás desafíos, y algunos serán inesperados. La clave está en aprender de ellos, adaptarse rápidamente y seguir adelante con una mentalidad positiva.

A lo largo de este período, rodearte de personas que te apoyen, ya sean mentores, familiares o amigos, puede ayudarte a mantener la motivación alta y la perspectiva correcta.

 

Evaluar y ajustar el modelo de negocio

Durante los primeros 90 días, es probable que descubras que algunas ideas iniciales no funcionan tan bien como esperabas. Esta es una parte normal del proceso de emprender, y es importante estar dispuesto a ajustar tu enfoque. Algunas maneras de evaluar y ajustar tu modelo de negocio son:

  • Análisis de retroalimentación: Las opiniones de los primeros clientes y miembros del equipo son cruciales. Escucha activamente y ajusta tu producto o servicio según sea necesario.
  • Análisis financiero: Evalúa si el modelo financiero es sostenible. Si estás perdiendo dinero, es importante identificar rápidamente los costos innecesarios y buscar maneras de mejorar la rentabilidad.

Recuerda que pivotar no significa fracasar. Es una oportunidad para adaptarse y encontrar un enfoque más adecuado a las necesidades del mercado.

 

Enfocar los esfuerzos en el aprendizaje continuo

Finalmente, uno de los aspectos más importantes en los primeros 90 días es mantener una mentalidad de aprendizaje continuo. Un emprendedor exitoso siempre está buscando mejorar, ya sea en términos de habilidades de liderazgo, conocimientos de la industria o técnicas de marketing. Algunos enfoques incluyen:

  • Educación constante: Aprovecha cursos, libros, seminarios web y mentorías. Estos recursos te ayudarán a tomar decisiones más informadas y mejorar tus capacidades.
  • Estar al tanto de las tendencias del mercado: Los mercados cambian rápidamente, y como emprendedor, debes estar al tanto de las últimas tendencias y tecnologías.

Los primeros 90 días de un emprendedor son solo el comienzo de un largo viaje, pero son fundamentales para establecer una base sólida y darle dirección al negocio. Al seguir estos pasos y mantener la flexibilidad para adaptarte y aprender, te posicionarás para un futuro exitoso y sostenible.