Cuando hablamos de producto tecnológico. podemos encontrar diversas definiciones, al ser un mundo cambiante debido a los cambios tecnológicos y a que está directamente relacionado con la industria del software. Por esto el ecosistema, lo podemos definir como “vivo” y que se transforma constantemente.

En la definición del ecosistema, entran a interactuar varios agentes, como pueden ser:

 

  • El usuario: Es aquel que en última instancia utiliza el producto tecnológico, ya sea una funcionalidad, una plataforma digital o una aplicación (APP) entre algunos de los ejemplos.

 

  • El mercado: en él entran agentes como los competidores, las tendencias actuales tecnológicas y además se agrupan las necesidades de los clientes.

 

  • El equipo: aquí participan los desarrolladores, los responsables de QA y los responsables de producto.

 

  • La tecnología: desde la infraestructura, las herramientas que se utilizan para desarrollar y las integraciones hacen parte de éste interesante apartado.

 

  • Los stakeholders externos: aquí pueden entrar los responsables de comercializar el producto, los clientes, hasta aquellos entes gubernamentales que puedan afectar en la definición y entrega del producto.

 

 

El rol del Product Manager

Si vemos la gran cantidad de implicados en éste ecosistema, nos preguntamos:

¿Cómo interactúa con ellos el Product Manager y cuál es su rol?

Yo lo defino como el director de orquesta, aquel que debe tener siempre presente la visión de la empresa, la partitura, y hacer que todos los miembros trabajen de manera organizada y a su tiempo para lograr tocar la melodía. la cual es el resultado final, es decir el producto.

Como punto de partida, al ser responsables del producto debemos conocer la estrategia de la compañía o área a la que pertenecemos, la visión y el porqué se hacen las cosas. Con todos éstos elementos, podremos plasmar la hoja de ruta o el denominado “Roadmap” e ir planificando la totalidad del trabajo para la consecución de los objetivos.

En el día a día la priorización es fundamental, separar lo urgente de lo importante. Al trabajar en un entorno tan cambiante como el tecnológico asociado al entorno digital, las necesidades de los stakeholders y del mercado, pueden cambiar rápidamente y en determinados casos, es necesario reajustar las entregas para optimizar el producto y lograr la entrega de funcionalidades.

Cuando hablamos de entregables, fechas y compromisos con los stakeholders, es primordial la comunicación dentro del equipo, el conocimiento del mercado.

Actividades como el refinamiento, el entendimiento de requisitos, la planificación, y la elección de una metodología son las bases que nos permiten completar el ciclo completo del producto.

 

El usuario como centro del Producto

El usuario es el eje central de éste ecosistema, sin él no tendríamos motivo por el cual diseñar, crear un producto o incluso mejorarlo, ya que finalmente es aquel que va a “utilizarlo”.

Disciplinas como la Experiencia de Usuario (UX) por sus siglas en inglés y la Interfaz de usuario (UI) son extensamente conocidas por su relevancia en la entrega del producto y conocimiento del usuario. Con herramientas como el Customer Journey (Ruta del usuario) que nos permiten mejorar y entender la utilización del producto.

El feedback o retroalimentación de los usuarios son fundamentales para suplir sus necesidades, crear mejoras en el producto, hacer que éstos sean intuitivos o incluso para crear nuevas líneas de negocio.

Herramientas como entrevistas, encuestas o demos, son fundamentales para entender la adopción del producto, eliminar posibles fallos y asegurar el éxito del mismo.

 

La importancia del equipo de desarrollo

He escuchado en diversas oportunidades por parte de los desarrolladores, “El equipo de Producto lo sueña y los desarrolladores lo hacen realidad” , y ciertamente tienen mucha razón, el equipo de desarrollo define el cómo después de ser agentes imprescindibles en la definición del qué y el para qué.

En una siguiente fase, entran a pensar cómo el producto será real, a través de las herramientas que poseen, qué tecnología utilizarán y que les llevará a hacerlo escalable.

El equipo de desarrollo juega varios papeles: arquitectos, artífices y cuidadores de la parte técnica. Para que el producto sea desarrollado acorde a los requerimientos, técnicamente viable y que sea seguro.

La comunicación del equipo de desarrollo con el Product Manager ha de ser bidireccional y continua para dar a conocer los posibles bloqueantes, las mejoras a realizar, los fallos encontrados o incluso para replantear la idea inicial del producto.

En resumen, como en todo ecosistema los agentes deben interactuar constantemente y cada uno de ellos juega un papel fundamental.

La comunicación continua entre los equipos y el tener claro el mapa de ruta hacen que los entregables vayan de acuerdo a los requerimientos del producto y supliendo las necesidades del usuario.

Los stakeholders deben ser escuchados y la iteración debe ser constante, para lograr un producto funcional y de alta calidad.