La planificación  se refiere al proceso de definir la visión y los objetivos del producto, así como establecer un roadmap que guíe el desarrollo del mismo. Esto implica:

1. Definición de la visión del producto: Entender qué problema resuelve el producto y cómo se alinea con las necesidades del mercado y la estrategia de la empresa.
2. Identificación de objetivos: Establecer metas claras y medibles (SMART: Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y con Tiempo definido) que guiarán el desarrollo del producto.
3. Creación de un roadmap: Elaborar un plan a largo plazo que incluya las características y mejoras que se desarrollarán en diferentes fases del ciclo de vida del producto.

¿Por qué es importante la priorización?

La priorización es fundamental en la gestión de productos debido a los siguientes factores:

1. Recursos limitados: Los equipos de producto a menudo enfrentan limitaciones de tiempo, presupuesto y recursos. Priorizar ayuda a maximizar el impacto con los recursos disponibles.
2. Necesidades del cliente: Al priorizar las características o mejoras, se asegura que se están abordando las necesidades más críticas de los clientes o del usuario en primer lugar.
3. Alineación con objetivos de negocio: La priorización permite alinear las iniciativas del producto con los objetivos estratégicos de la empresa, asegurando que se trabaje en lo que realmente aporta valor.

Métodos de priorización

Existen varios métodos para priorizar características y tareas. Algunos de los más comunes son:

1. Matriz de prioridad (Matriz de Eisenhower): Ayuda a clasificar las tareas en función de su urgencia e importancia.
2. Método MoSCoW: Clasifica los requisitos en cuatro categorías: Must have (debe tener), Should have (debería tener), Could have (podría tener) y Won’t have (no tendrá).
3. Modelo RICE: Evalúa las características en función de cuatro factores: Reach (alcance), Impact (impacto), Confidence (confianza) y Effort (esfuerzo).
4. Kano Model: Ayuda a entender cómo diferentes características impactan la satisfacción del cliente.

La planificación y priorización son esenciales para el éxito de un Product Manager.

Una buena planificación permite tener una hoja de ruta clara, mientras que una priorización efectiva asegura que se maximice el valor entregado tanto al cliente como a la organización.

Al dominar estas habilidades, estarás mejor preparado para tomar decisiones estratégicas que guíen el desarrollo de productos exitosos y escalables.